03:35:39 Sábado, 20 Abril

La zona noroeste de Tenerife es fascinante. Los Montes de Teno son absolutamente preciosos y los encantadores pueblos de Garachico e Icod de los Vinos merecen una visita, sobre todo si desea ver el lado más genuino de la isla.

Garachico es un pequeño puerto de pescadores que fue casi totalmente destruido en 1706 por la lava. Ésta llegó al mar, solidificándose y formando una pequeña península, sobre la que se reconstruyó el actual pueblo. El superviviente más famoso de la erupción volcánica es el Castillo de San Miguel, bellamente conservado. A sus pies se formaron numerosas piscinas de roca natural, donde se refrescan hoy en día turistas y lugareños.

Si desea pasear por calles adoquinadas que dan a las tradicionales plazas canarias y disfrutar de su arquitectura, le encantará visitar esta encantadora villa. Se encuentra lejos de los bulliciosos complejos turísticos de la costa sur y demuestra que Tenerife es mucho más que sol y mar. 

En la plaza principal, la Plaza de la Libertad, hay dos hermosas iglesias ornamentadas, reconstruidas tras la erupción volcánica. La Iglesia de Santa Ana y la Iglesia de San Francisco poseen una elaborada decoración mudéjar, un estilo que une arquitectura musulmana y cristiana.

Entre los muchos y bellos lugares que puede explorar a lo largo de la costa norte de Tenerife se encuentra la pintoresca villa de Icod de los Vinos. Se trata de una de las más antiguas de la isla y en ella está el Drago Milenario, su mayor atractivo. Se cree que este árbol tiene más de 1000 años pero, aunque su edad real sigue siendo un misterio, los expertos lo datan de hace 300 años. Le informamos de que hay que pagar para verlo, pero también puede observarse mejor desde la terraza de la iglesia que está a su lado. En cualquier caso, lo importante de este gran árbol es su belleza. Otra asombrosa atracción natural es la Cueva del Viento: un complejo tubo de lava, de los mayores del mundo, cuyo interior pueden explorar todos los visitantes. 

Además, tendrá otros muchos lugares que ver, como el Convento de San Agustín, la Iglesia de San Marcos y el Mariposario del Drago (un jardín tropical lleno de mariposas). Y como no podía ser menos, a unos kilómetros de la villa encontrará la pequeña pero maravillosa Playa San Marcos.

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